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Psicología del Beso

El beso, la acción de presionar los labios de un individuo con los de otro o con alguna parte del cuerpo del otro.

Una forma de expresar afecto, entendimiento, respeto mutuo, bienvenida o despedida.

La importancia del beso ha quedado plasmada en el arte a través de los tiempos, esculturas, cuadros famosos (el beso de klimt) poemas, canciones, películas y musicales, etc.

Según los científicos los besos producen una serie de efectos neuro-químicos que consiguen una gran variedad de sensaciones positivas, desde sentimientos de cercanía, bienestar, euforia y de acercamiento sexual.

Los investigadores creen que los besos pueden ser una fuente de información con respecto del potencial de una relación, así un primer beso que "no se da bien", es decir, inoportuno o que no produce sensaciones positivas puede ser determinante en una relación emocional.

Los besos transmiten importante información táctil, olfativa, etc., de forma consciente e inconsciente, sobre el otro, lo que incluye la compatibilidad genética con el otro. Los investigadores Hughes, Harris y Gallup Jr. publicaron un artículo de un estudio por la Universidad de Albany que indicaba que muchos estudiantes que se sintieron atraídos por alguien dejaron de sentirse interesados después del primer beso.

Los hombres por lo general besan con la intención de llegar a intimar sexualmente mientras que por lo general las mujeres besan para establecer el nivel de compromiso que tienen con la otra persona, e incluso utilizan el beso como un "termómetro" para determinar en qué punto está su relación y si su compromiso les sigue mereciendo la pena.

Algunos investigadores incluso piensan que el beso puede transmitir información sobre el grado de compromiso de una pareja con los futuros hijos, por razones de supervivencia de la especie. Desde el punto de vista fisiológico la saliva contiene testosterona que afecta a la libido, según los investigadores los hombres se encuentran más dispuestos a tener relaciones sexuales sin besar, sin embargo las mujeres por lo general no están dispuestas a mantener relaciones sexuales sin besar previamente, durante y después de tener un encuentro íntimo, probablemente transmitimos información genética valiosa que estaría indicando si los individuos son "compatibles genéticamente".

Aunque nadie sabe como y por qué las personas comenzaron a dar besos, los besos pueden llegar a afectar a las persona profundamente tanto psíquica como físicamente, la respuesta al beso depende de varios factores:

Nuestro estado emocional con respecto a la otra persona, si la persona nos agrada y deseamos besarla

El ambiente cultural en el que nos hemos criado y la valoración del acto de besar que nos han transmitido (algunas culturas besan rozando la nariz o el rostro)

Estos deben tenerse en cuenta no solo con respecto a los besos románticos, sino también a los filiales, de padres a hijos o entre amigos.

Sea cual sea el beso, platónico, romántico, amistoso o filial el objetivo es sentirse bien y hacer sentir bien al otro.

Confort en el beso desde la infancia

En la mayoría de las culturas programamos a los más pequeños a encontrar alivio del dolor físico y emocional en el beso. Cuando un niño sufre un pequeño accidente, un golpe, etc. los adultos rápidamente avasallan al pequeño con besos, incluso sobre la zona afectada (algunas culturas soplan la zona afectada, o soplan un beso probablemente por higiene); el caso es que funciona, en la mayoría de los casos los más pequeños dejan de llorar e incluso indican que se sienten mucho mejor.