Por qué la sopa de pollo mejora el resfriado

La sopa de pollo ha sido un recurso casero utilizado en todos los rincones del mundo para paliar los síntomas del resfriado.

Esta receta reconstituyente universal con algunas variaciones, dependiendo de la región y los productos disponibles, ha sido efecto de estudios no concluyentes por algunos investigadores.

El caldo de pollo es un plato que se antoja casualmente durante las estaciones frías y especialmente cuando padecemos síntomas de resfriado y gripe.

Probablemente haya sido por intuición o por la sensación reconfortante que produce este plato que una variante de la receta lleva por nombre: Aka La Penicilina Judía.

El Dr. Stephen Rennard llevó a cabo un estudio en el año 2000, en el que concluyó que serían los ingredientes de carácter antiinflamatorio que lleva la sopa los que mejoran los síntomas del resfriado y la congestión.

A tenor de las investigaciones nuestras abuelas tenían toda la razón, al prepararnos caldo de pollo para afrontar los síntomas del resfriado, ya que parece ser que esta receta tradicional inhibe la atracción de los neutrófilos, células del sistema inmune a la zona inflamada, así se combate la inflamación e impide la destrucción de cartílago.

Los ingredientes de sopa o caldo de pollo

generalmente son: Ave, nabo, cebolla, ajo,

puerro, apio, zanahoria, chirivía, perejil, y la preparación es muy sencilla ya que simplemente hay que cocer a fuego lento, para que la sustancia de estos ingredientes pase al caldo, dependiendo de la disponibilidad y del país, puede mejorarse este caldo añadiendo jengibre, cúrcuma, cilantro, cominos, limón, hierbabuena y pimienta negra.

La Cisteína y los Resfriados

Podemos razonar que la sopa de pollo contiene proteínas, por lo tanto aporta Colágeno y el aminoácido Cisteína; recordemos que el fármaco símil llamado Acetilcisteína se utiliza en los jarabes mucolíticos.

La Cisteína es un aminoácido no esencial rico en azufre muy importante para luchar contra la oxidación, el envejecimiento, fortalece el cabello y las uñas, apuntala el sistema inmune; parece que la Cisteína mejora la función antioxidante de Glutatión que depende de la presencia de la Cisteína para desempeñar correctamente sus funciones en el organismo humano.

En un estudio del año 78 se comprobó que el caldo de pollo mejoraba el estado de los cilios del aparato respiratorio que nos protegen de los contagios.

Los investigadores de Mount Sinaí de Florida compararon los efectos en voluntarios de agua caliente, agua fría y caldo de pollo, en voluntarios, los resultados mostraron que los efectos beneficiosos estaban en el caldo de pollo.

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