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Siete Soluciones Naturales para las Molestias Digestivas

Cuando sufrimos de alteraciones digestivas producidas por la dieta o los nervios, conviene saber que existen numerosos remedios tradicionales que pueden aliviar nuestras molestias.

Síntomas de los trastornos digestivos

Malestar abdominal
Dolor abdominal
Sensación de pesadez
Plenitud e hinchazón después de comer
Náuseas y vómitos
Reflujo y regurgitación
Ardor y acidez
Gases
Amargor en la boca
Halitosis

La madre tierra nos ha proporciona numerosos remedios a base de plantas, frutas y minerales para remediar las molestias y alteraciones digestivas.

Aunque la lista de productos naturales es innumerable, aquí proponemos 7 ayudas de uso tradicional:

El Regaliz

La raíz de esta planta que se aloja bien profundo en la tierra se ha utilizado desde antaño en casos e gastritis y úlceras gastroduodenales por su efecto antiinflamatorio y antiulceroso; hay que recordar que el regaliz es un buen protector de la mucosa gástrica.

El regaliz sorprendentemente disminuye la inflamación de la mucosa producida por la gastritis, tiene un efecto similar a la cortisona por eso contribuye a la disminución del dolor y el malestar.

También neutraliza el paso de pepsinógeno o pepsina, evitando que su exceso ataque a la mucosa digestiva y neutraliza la lisozima, una enzima que degrada la mucosa.

El Hinojo

Favorece la eliminación de los gases al mejorar la motilidad evitando las fermentaciones gástricas anómalas, es decir tiene efecto carminativo y cicatrizante lo que protege las mucosas del aparato digestivo.

El hinojo es una semilla digestiva o européptica porque estimula la digestión; como tiene efectos espasmolíticos y antiinflamatorios también disminuye la inflamación de la mucosa y las contracciones de la muscuratura lisa causantes del dolor y del malestar.

La Menta

Esta planta tiene efectos carminativos, analgésicos y antiespasmódicos, disminuye la producción de gases, los dolores y los espasmos.

La menta además es antiséptica por lo que evita la proliferación de microorganismos nocivos, protege la mucosa y estimula la producción de moco gástrico, así protege en caso de úlceras.

La Papaya

De esta fruta se obtiene la papaína, una enzima proteolítica vegetal que actúa mejorando el proceso digestivo a nivel intestinal, especialmente en los casos en los que hay algún fallo en la liberación de jugo pancreático al duodeno. Puede decirse que la papaya mejora la digestión de proteínas y grasas evitando los gases intestinales.

El Propóleo

Esta sustancia que fabrican las abejas está considerada como un eficaz antibiótico natural, capaz de disminuir las bacterias nocivas y estimular las defensas digestivas.

El propóleo actúa disminuyendo la inflamación y por lo tanto el dolor por eso se le considera antiinflamatorio y analgélsico, siendo adecuado en los casos de enteritis y gastritis.

Además el propóleo o própolis protege las mucosas digestivas estimulando la producción de moco y tiene efecto cicatrizante.

La Arcilla Blanca

La arcilla contiene silicato de magnesio y de aluminio que disminuyen la acidez libre, elevando el pH a 4 o 5, actúa como un antiácido de acción local, a diferencia de los antiácidos farmacéuticos no produce efecto rebote ácido.

La arcilla absorbe el ácido clorhídrico formando un gel absorbente en el estómago, además regula el paso de pepsina y pepsinógeno disminuyendo su actividad, lo que tiene un efecto beneficioso en úlceras gastorduodenales.

Al parecer la arcilla blanca protege la mucosa digestiva por el ácido silícico, al formar un coloide gelatinoso que se adhiere a la mucosa gástrica y la protege del ácido clorhídrico y la pepsina.

La arcilla se ha utilizado desde antaño para normalizar el tránsito intestinal por las acciones antagonistas del silicato de aluminio que es astringente y el silicato de magnesio que es laxante.

Además el ácido silícico a nivel intestinal quela o secuestra sustancias tóxicas, bactrias, productos de la putrefacción y tóxicos alimentarios, eliminándolos por las heces y evitando su absorción por el organismo.

La Dolomita

Esta sustancia mineral aporta sales de calcio y magnesio que neutralizan lenta y paulatinamente el exceso de ácido clorhídrico, realizando una excelente actividad antiácido.

La dolomita mejora los procesos de acidez gástrica, el reflujo esofágico y las úlceras gastroduodenales.