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¿Qué es un TAC y Qué Riesgos Conlleva?

Un TAC es una Tomografía Axial Computerizada, una prueba radiológica con la que mediante radiaciones ionizantes se obtienen imágenes tridimensionales del interior del organismo.

El TAC es muy popular por su gran capacidad diagnóstica en un corto periodo de tiempo, se la considera fiable y muy cómoda por lo que se utiliza en casos en los que no es necesaria.

En Estados Unidos se realizan más de 62 millones de Tomografías al año, unos 4 millones a niños. En España unos 4,5 millones al año, de las que un 10% se realizan a niños y va en aumento en los países desarrollados con una radiación muy superior a los Rayos-X.

La falta de comunicación entre los diferentes especialistas médicos y los radiólogos contribuye a que se someta a los pacientes a exploraciones innecesarias, así como la tendencia a una medicina llamada preventiva que utiliza recursos diagnósticos adversos por la exposición a diversas radiaciones.

Según la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer la Organización Mundial de la Salud, las radiaciones ionizantes son potencialmente cancerígenas.

No existe dosis inocua de radiación, las altas dosis se manifiestan con eritemas, quemaduras de la piel, pérdida del cabello, cataratas, etc.

A largo plazo pueden llegar a causar Cáncer y serias modificaciones del ADN que pueden transmitirse genéticamente a los hijos de aquellos que han sido expuestos a la radiación; de hecho el cáncer no aparece inmediatamente después de la exposición sino después de un periodo de latencia que dependerá del tipo de cáncer que se desarrolle y según el tipo de células que se hayan dañado.

Según los especialistas los tumores radio-inducidos más frecuentes entre las mujeres son los de pulmón, colon y mama, en los hombres los de vejiga, colon y leucemia.

Por ejemplo según The New England Journal of Medecine una radiagrafía abdominal anterior - posterior de Rayos - X produce una radiación hasta 50 veces menor que un escaner abdominal, la misma fuente indica que hay tres opciones para reducir la exposición de la población a estas radiaciones indeseables:

Reducir la exposición individualizando las dosis según las características del paciente y solo cuando sea estrictamente necesaria la prueba, sustituir cuando sea posible por resonancia magnética y ultrasonidos.

Los más afectados son los niños y los no nacidos, se calcula que hasta 3 veces más sensibles a la radiación que los adultos, la alta radio sensibilidad de sus órganos y tejidos puede llegar a provocar leucemia, tumores cerebrales y otras enfermedades degenerativas.

Algunos médicos reconocen que la comunidad médica en general desconoce la problemática de las radiaciones ionizantes de las pruebas que prescriben y solicitan, creyendo que constituyen un problema menor para el organismo. Nada más lejos de la realidad.