Las Relaciones Sociales y la Salud

"Quien tiene un amigo tiene un tesoro"

Varias investigaciones corroboran éste dicho. Un estudio que se publicó en la revista Breast Cancer Reserch and Treatment (Tratamientos y estudios sobre el cáncer de mama) ha llegado a la conclusión de que tener un respaldo social firme por parte de familiares, amigos y otras relaciones de peso de carácter social o religioso parecen favorecer la supervivencia en caso de cáncer de mama.

Por otra parte médicos y psicólogos de las universidades de Carolina del Norte y Utah llevaron a cabo también un estudio según el cual, tener lazos afectivos fuertes ayudan a vivir más y mejor. Haciendo una comparativa, sus efectos son tan beneficiosos como los de no fumar o no beber alcohol.

Tener a alguien especial con quién poder compartir las emociones y los miedos con toda honestidad puede ser una experiencia fortalecedora cuando la salud se resiente.

Según la Clínica Mayo "las amistades enriquecen la vida y mejoran la salud" , el impacto de los amigos sobre nuestro estado de salud puede ser muy grande por lo que es muy importante "nutrir" la amistad para conservarla.

La cantidad de amigos que tenemos no es tan importante como la "calidad" de la amistad que tenemos, algunas personas necesitan mantener más amistades, otros hacen distinción entre los amigos con los que compartir lo más íntimo y aquellos con los que se disfruta más superficialmente, practicar algún deporte, tertulias y tiempo de ocio.

Los buenos amigos están ahí tanto para "celebrar la vida" como para apoyarnos cuando las cosas no nos van bien, manteniéndonos alejados de la soledad.

Las amistades o una buena y sólida relación familiar pueden ayudar a reducir el estrés, darnos una sensación de pertenencia y de propósito en la vida, mejorar nuestra sensación de valía, advertirnos cuando nuestro estilo de vida no es precisamente saludable.

¿Cómo discutir con nuestros amigos?

No importa lo bien que nos llevemos, en la búsqueda de los mejor para uno y el otro, a veces pueden surgir desavenencias, si siempre se está de acuerdo, esto pudiera dar a entender que uno de los dos siempre cede lo que también puede llevar a situaciones tensas que dañen la relación.

No siempre vemos las cosas de la misma manera ya que somos individuos únicos, si se da el caso tenga en cuenta las siguientes consideraciones:

Identifique cual ha sido el problema que le ha llevado a la discusión

De espacio ha su amigo para reflexionar y especialmente si se presenta en un estado emocional exaltado (insultos, llantos, tono de voz elevado, etc)

No saque "los trapos sucios" volver a recodar discusiones pasadas o situaciones negativas no favorecerá la nueva situación.

Reflexione sobre las opciones que tiene, tal vez abordar a su amigo, enfrentarse a la situación y proponer los cambios necesarios para ambos de modo que no se reproduzca nuevamente la situación

Asuma las consecuencias de la discusión, si su amigo o amiga desea terminar la relación de amistad, no tome represalias si actúa con madurez la amistad pudiera retomarse cuando las aguas lleguen a su cauce.

Después de una discusión no espere demasiado a afrontar el tema por muy desagradable que le resulte, tampoco intente provocar los celos puesto que esto pudiera irritar más a su amigo o simplemente darle más razones para enojarse nuevamente.

Reflexione y reflexione no haga nunca nada de lo que pueda arrepentirse, sea empático y practique la empatía (pongase en el lugar del otro y reivindique que su amigo se ponga en su lugar).

Mantener nuestras amistades puede conllevar esfuerzo y algún sacrificio pero sin duda nuestra salud se verá compensada.

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