La Relación entre Hermanas y Hermanos y La Salud Familiar

Las hermanas, las mujeres de la casa, la relación familiar que disfruten o padezcan marcará sus vidas y las de las futuras generaciones, su relación con los padres y el manejo que éstos hagan de las situaciones conflictivas que puedan surgir entre hermanas juega un papel determinante en la felicidad de toda la familia.

Desde la rivalidad de la hermana pequeña hacia la mayor a la que se suele poner como ejemplo y dar más responsabilidades que al resto debido a la edad hasta la hartura de la primera por tener que encargarse de las más pequeñas desencadenando en ambos casos emociones contradictorias y celos mutuos por razones dispares.

En ambos casos las hijas buscan su papel en el círculo familiar y depende de el buen hacer de los padres hacer sentir a sus hijas importantes por igual.

Una hermana nos conoce desde el principio de nuestra existencia, si tenemos la gran suerte de llevarnos
poco tiempo de diferencia, si no es así este privilegio lo ostentarán las hermanas mayores, en cualquier caso una hermana sabe exactamente como somos, cuando la relación es saludable las hermanas son un apoyo imprescindible en la vida, a veces la gran diferencia entre nuestro éxito y nuestro fracaso.

Los celos suelen ser el primer sentimiento que se experimenta cuando nace una hermana, especialmente si
los padres y familiares fomentan el miedo de su hija o hijas a perder su tiempo, atención y amor con el nacimiento de la nueva hermana. Cada miembro de la familia debería considerarse imprescindible, este sentimiento facilitará el efecto "piña" que mantendrá unida a la familia en los momentos claves de la vida y especialmente cuando los progenitores y abuelos ya no estén para apoyar a sus seres más queridos ante las adversidades a las que sin duda tendrán que enfrentarse.

Los padres deberían preguntarse ¿Están seguros cada uno de mis hijos e hijas de mi amor incondicional?, cuando una hija sabe que tiene el amor de sus padres, que su lugar en la familia es tan importante como el de cualquier otro miembro no deberían aparecer los celos. ¿He fracasado como padre o madre? la falta de armonía entre los hijos puede consumir una familia, tiene efectos demoledores. ¿Comparto con mis hijos? ¿Estoy enseñándoles a compartir entre ellos? ¿Somos buenos proveedores de seguridad y confort psicológico?

Así mismo las hermanas deberían reflexionar sobre como se sienten en su lugar en el seno familiar y cómo hacen sentir al resto de miembros de la familia.

¿Valoro a mis hermanas, lo que hacen o han hecho por mi, las conozco realmente? ¿Qué puedo hacer para mejorar la relación con mis hermanas? ¿Soy consciente de que lo que digo y hago afecta al resto de mi familia?

La rivalidad entre hermanos puede socavar la felicidad y la salud de unos padres que verdaderamente amen a sus hijos. A los padres que sienten amor incondicional y profundo por sus hijos se les hará imposible favorecer a cualquiera de ellos, siendo prácticamente insoportable vivir la rivalidad entre hermanas y hermanos, cualquier hija que ama a sus padres haría bien en reflexionar si su actitud puede estar desequilibrando a sus
progenitores, medrando su salud y sus ganas de vivir.

En un mundo tan competitivo los padres pudieran consciente o inconscientemente fomentar la rivalidad entre sus hijas e hijos para favorecer su rendimiento o sus necesidades personales, dependiendo de la cultura, incluso discriminar por
razones de sexo, esto pudiera sentar las bases de un futuro de problemas emocionales que afectará a la buena relación de sus hijas e hijos, entre ellos y las familias que formen en el futuro, en definitiva las nuevas generaciones y nada más y nada menos que sus descendientes, ¡Que gran responsabilidad! .....por el contrario enseñe y practique tanto como pueda la empatía, si  criamos seres humanos que sepan ponerse en el lugar del otro,  sin duda estaremos construyendo un mundo mejor y más justo, el mejor legado que unos padres pueden dejar a sus hijos es una relación sana y equilibrada entre ellos, no deje a sus hijas e hijos en bancarrota emocional, es más sencillo de lo que parece mejorar el "Karma" familiar.